Si crees en Dios, pero vives como si no existiera, entonces no lo conoces. La biblia dice que hasta el mismo diablo cree en Dios y cree en Jesús pero esto no significa que él sea cristiano. Como iglesia estamos comprometidos para que cada día conozcas a Dios a través de cada situación de vida. Cada prueba te enseñará un atributo nuevo de Dios. Comenzarás a conocerlo de una forma diferente y tu relación con Él será más fuerte que nunca.

Todos tenemos un pasado y Dios te acepta tal y como eres pero Dios no te va a dejar tal y como estás. En Visible creemos que la libertad no se encuentra en la ausencia de problemas y tormentas. En Visible creemos en la autoridad que Dios nos prometió sobre esas pruebas. Para lograr esto tenemos que ser transparentes en nuestros retos, no solo en nuestras victorias y logros. La transparencia te da autoridad y la apariencia te quita autoridad. Por eso confesamos nuestros errores a Dios para encontrar una nueva oportunidad y confesamos nuestros errores a las personas para encontrar sanidad. En Visible creemos en la importancia de relaciones auténticas pues como dice la biblia “el hierro se afila con hierro”.

Todo ser humano nace con un propósito y destino. No estamos en esta tierra por casualidad. La peor tragedia en la vida no es la muerte, la peor tragedia en la vida es vivir sin saber cual es tu propósito de vida. En Visible estamos comprometidos en ayudarte a descubrir ese propósito que Dios tiene para ti. Queremos que digas las palabras de Jesús cuando estaba siendo juzgado por gente que no creía en Él, gente que se burlaba de Él. Sus palabras fueron simples pero poderosas; “para esto yo nací”. ¿Podrás decir lo mismo? Esa seguridad en tu propósito te ayudará a callar las distracciones, te ayudará a soportar el dolor con determinación y a obedecer a Dios con la esperanza de que todo obra con un propósito para crecer y ser mejores personas.

Muchas personas en la vida quieren hacer la diferencia pero no saben cómo. En Visible creemos que la carga que llevas en tu corazón revela el llamado que abrazarás. Aquí te ayudaremos a definir esa carga y plasmarla en una visión. Lo que no se define no se puede hacer. Si la visión no es clara, las personas no la pueden seguir. Te ayudaremos a crear una estrategia, porque una visión sin un plan es solo un deseo. El éxito no es el lograr algo en el futuro, el éxito es hacer lo correcto hoy. Tú puedes hacer la diferencia hoy.

Porque amamos a Dios honramos a Cristo como el autor y consumador de nuestra fe. Si la cabeza es visible, el cuerpo tiene que ser visible. Si Cristo es visible, su iglesia es visible.

Porque amamos a Dios somos contribuyentes espirituales y no consumidores espirituales. La iglesia no solo existe para nosotros. Somos la iglesia y existimos para el mundo.

Porque amamos a las personas, haremos cualquier cosa que no sea pecado para alcanzar a las personas que no conocen a Dios. Para alcanzar a gente que no ha sido alcanzada tenemos que hacer cosas que nunca se han hecho.

Porque amamos a la gente, nos encanta hacer las cosas bien hechas. La mediocridad no está en nuestro vocabulario. La excelencia exalta a Dios e inspira a las personas.

Porque amamos a Dios caminamos en fe y no por vista. Nunca insultamos a Dios con sueños pequeños y una vida en la zona de comodidad. Si eres capaz de ver lo invisible, Él será capaz de hacer lo imposible.

La transparencia te da autoridad y la apariencia te quita autoridad. Si confesamos nuestros pecados a Dios obtenemos una nueva oportunidad y si confesamos nuestros errores a otros obtenemos sanidad.

Porque amamos a Dios honramos la visión que nos dió. En donde no hay visión hay división. No puedes seguir lo que no puedes definir.

Porque amamos a Dios somos generosos. Todo lo que tenemos Él nos lo dió. La generosidad no es un acto es un hábito.

Porque amamos a las personas servimos de todo corazón sin nada a cambio. Servimos por placer no por deber. Sacrificamos las cosas que amamos, por las cosas que amamos aún más.

Porque amamos a la gente, creamos relaciones auténticas. En comunidad, hay sanidad pero en soledad hay enfermedad. Por eso el hierro se afila con hierro.